FREE (1991) : la voz que reconforta

Recuerdo aquella etapa adolescente en que los coleguitas tiraban de hagiografía musical para ilustrarte sobre aquello tan grandioso que estaban escuchando, habitualmente era préstamo heredado de padres, hermanos o quizás resultado de sus escarceos musicales con algún instrumento. En aquel momento yo era bastante reacio a la música ni la practicaba ni la escuchaba y andaba algo perdido sobre qué ofrecer de nuevo entre nombres tan ilustres como: Black Sabbath, Reincidentes, Víctor Jara, Led Zeppelin. Sea como fuere me acordé casi difusamente de un cantante pelirrojo de voz grave que solía dispararse en el coche cuando iba con mis padres en mi infancia más temprana, todo lo que sonaba aquellos días se convierte indefectiblemente en tu música de cabecera, pero bueno cómo se llamaba... tras bucear por mis recuerdos balbuceé Rick Astley, ellos espetaron: Quiééén?. Los meses que siguieron estos compis se empaparon bien del británico jajaajaj, les estuve machacando a conciencia porque de repente recuperar aquellos sonidos, aquella voz... fue como un tsunami emocional que me reconcilió con aquellas memorias tan frágiles.

1989, Rick Astley venía de varios años intensos con los multiochenteros Stock, Aitken y Waterman una suerte de productores haciendo muro de sonido  a lo british pero más entregado a sintentizadores, dance y  loops diversos que a tramas orquestales. Lo cierto es que nuestro pequeño amigo no se podía quejar con el viaje, número 1 en 25 países tras facturar un álbum como Whenever you need somebody (1987) que se disfruta como el primer día y una secuela  Hold me in your arms (1988) donde dejaría clara su resistencia estoica a ser un mero vehículo de la Factoría aumentando su protagonismo en composición y producción a niveles que no eran los habituales en el mundillo.




Independientemente de eso Rick necesitaba soltar amarras, él no se ajustaba a los productos típicos de las grandes compañías que se adecuan a cualquier cosa vengan o no al caso, él también tenía algo que decir, y tanto que sí, ya con 21 años había colocado 4 canciones per se en medio de la vorágine y en el segundo habían sido 6 cortes con los que había acariciado solito el top ten. Llegados a ese punto sabe que su etapa está agotada y ficha por RCA con la idea de emanciparse completamente de un estilo que siendo francos no era el que más le apasionaba; si uno observa los vídeos en directo con su banda precedente FBI puede como mucho observar ciertos toques de New Romantic absorvidos por pop rock y soul pero nada de dance subliminal. Mr. Astley amaba sobretodo lo que se había producido en Motown en los años 60 y quería volver a la naturalidad, sentirse cómodo y libre de esa producción tan pegajosa y supongo que del maldito micrófono calrec soundfield usado para grabar su voz y que parecía envasar al vacío su portentoso chorro vocal de manera innecesaria.

Tras cancelar unas sesiones previas en USA con Gary Katz, algo que siempre mantendrá alerta nuestra curiosidad ( rollo hay grabaciones, maqueta o algo), Rick vuelve a casa y se rodea de un equipo de compositores y músicos de lo más competentes para dar forma a las huellas de una transición de lo más trascendente en  su carrera. El problema es que el autor latía lejos de la imagen que se había propagado en el maremoto de finales de los 80 y siendo francos todavía era demasiado joven para saber de modo preciso cual era su ola más auténtica.

De entrada nos encontramos que se ha dejado el pelo largo, algo de cuero y un diseño de portada que dejaba a las claras que los días de vino y rosas quedaban atrás y también se percibe cierta indefinición como si el personaje hubiese tocado varios palos en una especie de giro completo hacia diversos intereses y tonalidades.  En mi búsqueda perdida de las obras de este hombre me sorprendió ver en mi ciudad un trabajo como éste pero aún desconfíe más al ver la portada y el shock iría en aumento al escucharlo. Salvando mucho las distancias me retrotrajo a lo que vivió Camarón cuando se internó en el terreno de la fusión con el majestuoso La Leyenda del Tiempo, las crónicas cuentan que mucha gente devolvía el disco diciendo que el que cantaba no era Camarón, supongo que no se llegó a este punto en este caso pero si que es cierto que el creador requería que sus interlocutores creciesen con él o empatizasen con sus nuevas perspectivas y como sabemos eso no siempre es inmediato.

CARA A


Al lío <strong>"In The Name Of Love"(Michael McDonald/Edward Stanford) entra muy suave, es algo así como cuando estás preparando un evento en tu casa y enchufas esta música a medida que van llegando los invitados, tiene reminiscencias temáticas de la más negra "Love's in Need Of Love Today"de Stevie Wonder aunque ésta es menos grácil y más gospel. La instrumentación tiene un cariz progresivo cíclico donde todos sus componentes encuentran sitio para susurrar y adquirir relevancia, como afirma Nico Kanakaris biógrafo de Rick éste es sin duda el álbum mejor interpretado del británico, se aprecian todos los matices y hay como una brisa orgánica que recorre cada pasaje y de la tesitura vocal qué podemos decir! impresionante ya desde este corte parece como si hubiese liberado toda su potencia sin revestimientos sonoros ni reverberaciones eighties, libertad total y mucho gusto al cantarlas.


Creo que este vídeo en pro de las causas que Amnistía Internacional defiende, ilustra muy bien lo que supuso "Cry For Help" (Rick Astley/Rob Fisher) para nuestro invitado, de primeras se logra conciliar el pop y el soul con gran acierto y efectividad, sin olvidar ese aderezo gospel que en el original defendía el coro de Andrae Crouch, los arreglos en la orquestación de Anne Dudley y la participación estelar del batero Vinnie Colauita o sea calidad, qualité e calidade.

Este tema es también uno de los preferidos de su autor y aún lo metió en el a veces sordo Top 10 por si alguien dudaba de que no podía viajar él solito. Quizá es que en medio del maremágnum de sus efervescentes años de éxitos Rick también se hubiese sentido así :"Why must we hide emotions / Why must we never break down and cry", realmente conmovedor. Este directo es interesante además porque destierra del todo las dudas sobre la capacidad vocal del autor, no hay que olvidar que al principio de su carrera todos pensaban que Rick sólo era la marioneta detrás de la que irradiaba una voz negra y profundamente soul y no es coña, nada más lejos de la realidad aunque si ocurrió por ejemplo con los desdichados Milli Vanilli por la misma época.


Seguimos potentes con la contundente ora soul ora funky"Move Right Out" (Rick Astley/Rob Fisher) este corte eleva el tempo del lp con esos vientos tan marcados y el galope sostenido y diverso de batería y bajo, parece obvio que su acidez tanto instrumental como temática, trata sobre plausibles devaneos de infidelidad de la pareja, no la ayudó precisamente a trepar por las listas. Independientemente del papel couché se alza como uno de los puntos más interesantes y oscuros de una obra que resultaba exótica y rara si se tenían en cuenta los años pasados.

Tras tanto atrevimiento y disparidad el cantante vuelve a mirar de reojo, ayudado por un integrante de Level 42, a esa nostalgia más pop que sabría pronto sería un obstáculo para seguir balanceando la aguja sobre el plato así es como aparece este primer binomio de "Be With You" y "Really Got A  Problem" (Rick Astley/Mark King) ambas comparten ese rollo más desenfadado y como dicen al otro lado del Atlántico "cheesy" aunque con el suficiente empaque instrumental como para que quede claro que esto es una altra cosa.



De un lado tenemos la primera que entra con mucha fuerza bien pertrechada con esos vientos y una machacona percursión y líneas de bajo que parecen jugar al soft rock, uno se pregunta cómo no fue single porque hubiese pegado muy fuerte, la interpretación vocal me deja atónito ¿es este pavo el mismo del 87?¡increíble!, más madura y aterciopelada su versatilidad y tesitura vocal es acojonante.

En cambio la canción que cierra la primera cara abraza más el soul siempre desde la amplia ventana del pop, nuevamente se agradece el cariño puesto en el armazón sonoro de este lp a pesar de la clara connivencia de ambos temas que giran en latitudes demasiado próximas.

CARA B

Al girar la válvula la cosa empieza potente con el tema prestado "This Must Be Heaven" ( Jon Lind/Jeffrey Cohen/Nicky Brown) profundamente soul y cojonudamente vestido de nuevo con flirteos gospel, de hecho no es casual que nuestro invitado haya vuelto por esos derroteros recientemente, pone también de relieve esa faceta de crooner totalmente entregado del señor Astley y sino basta escuchar detenidamente este corte y alguna versión que rula por youtube de la mítica "Let's Stay Together" del maravilloso Al Green.Todas las líneas melódicas de están canción parecen estirarse y recogerse en progresiones muy bien encajadas dejando un muy buen sabor de boca



Desgraciadamente "Never Knew Love" (John Paul/Derek Bordeaux) aún siendo una canción maja y disfrutable recae en un exceso de frivolidad y renuencia en ese lado demasiado soleado de la vida que hace perder fuerza a la aventura liberadora del acetato, de hecho quedó por debajo en las listas de su melliza "Move Right Out".

Huelga decir que cualquier sonido tocado por este pedazo intérprete pues más que menos te lleva y la acabas haciendo tuya pero viendo en prospectiva lo que está por venir anda un poco como descolgada y resta puntos al conjunto.



Jugando un poco al rollo big band de los años 50, mezclándolo con un perfecto vestido pop y ciertas aspiraciones jazzy tenemos la maravillosa "The Bottom Line" (Rick Astley) que vuelve a romper sutilmente el panorama sonoro que habíamos degustado, su parte instrumental entre solemne y jazzística y esa energía tan efervescente en las partes cantadas aúpan muy arriba esta parada también muy digna de radiarse.


Nuestro buen compañero ya había demostrado en el 88 con "Hold Me In Your Arms" que era un perfecto baladista pero con "Wonderful You" y "Behind The Smile" (Rick Astley) lo remata en dimensiones imperecederas, ambas suyas y apuntaladas al piano por el fabuloso Elton John, su escucha es imprescindible para entender las diferencias que estaba marcando aquí el creador respecto de un pasado muy luminoso pero más impersonal. De hecho las dos canciones se comunican por un puente frágil pero muy creyente mientras "Wonderful You" trabaja desde la llamada al otro o la necesidad de reverberación en esa otra persona la celebración de la felicidad que venimos disfrutando pero que nunca paramos a reconocer o a saborear... atención al pedazo de solo de saxo y como el intérprete como si estuviese en medio de la marea sube y baja quedamente sabiendo perfectamente donde debe poner esos matices y donde no son importantes.



Su hermana mayor"Behind The Smile" funciona totalmente en la más completa soledad, el piano en primer plano y esas cuerdas acariciando los desolados versos y el modo tan desnudo en que el cantante afronta esas paradojas llevan la sensibilidad al extremo, esa entrada inicial trémula y una fragilidad que va dibujándose con matices tan derrotados, tan humanos. Recuerdo ponerle a mi abuela esta canción y  echarse automáticamente a llorar, es el poder de la música que es universal, las notas, el tono, el modo dicen mucho más que las propias letras.

Free muestra con mucho corazón y cuidado sus bazas vencedoras y también sus cartas perdedoras, el responsable del mismo se sumerge en todo aquello que le presenta interés y pasión sin comedimiento alguno sin calcular las consecuencias. Estamos pues ante un disco tan valiente como inseguro, tan sabroso como amargo pero cantado por Rick Astley más allá de su implicación en las composiciones y producción del mismo, el oyente siempre se siente reconfortado, escuchado, querido.



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